Hoy se ha celebrado en Madrid el FFORMA 2025, el “Foro Profesional sobre Formación Aseguradora”, un evento organizado por el Instituto e-Learning del Seguro y que, en su segunda edición, ha dado cita a cerca de ciento cincuenta profesionales de los departamentos de Formación y RRHH de entidades aseguradoras, entidades bancarias, Brokers y Asociaciones de Corredores.
El acto ha comenzado con una ponencia del director del IES, Jorge Campos, en la que ha hecho balance de las experiencias acumuladas asesorando a un buen número de entidades aseguradoras y corredurías de seguros a lo largo de estos cuatro años en los que lleva en vigor la nueva normativa sobre formación.
Así, Jorge Campos ha señalado en su ponencia los aspectos de la normativa sobre los que existe mayor controversia entre los profesionales de la formación de nuestro sector, “unos, por no estar del todo clara y ser ambigua la narración en la normativa y otros, por dar lugar a diferentes interpretaciones de esta, interpretaciones que pudieran ser validas todas”, ha afirmado el director del IES.
Dudas sobre convalidaciones y aplicación del “principio de proporcionalidad”
Entre estas, el director del IES ha señalado todo lo relacionado con las homologaciones y con las convalidaciones de la formación inicial, remarcando las diferencias entre ambas y analizando la casuística que más se dan en el día a día, “siendo este tema -afirma- uno de los que más dudas genera”. También ha explicado en qué casos y cómo se debe aplicar correctamente el “principio de proporcionalidad” al que alude la normativa en las reducciones de los contenidos de formación inicial.
Mayor información sobre qué contenidos deben tener los planes de formación continua
Respecto a la formación continua, Jorge Campos ha hecho hincapié en que no se especifica con detalle en la normativa sobre los tipos de contenidos que deben tener los planes de formación continua salvo las pistas que dejan los artículos 139, 147 y 165 del RD 287/2021 en los que se señala nada más que ésta debe estar adaptada a los productos distribuidos, a la función desempeñada y a la actividad realizada.
Campos también señaló que la DEC da algunas otras pistas sobre esto al establecer cuatro bloques generales de contenidos que la propia DEC denomina: 1. Elemental, 2. Actualización de Conocimientos, 3. Gestión y Administración de Empresas y 4. Sobre Ramos y/o Productos Específicos “aunque sería bueno conocer más en profundidad -señaló- qué se debe incluir en algunos de estos bloques, principalmente en el 1 y en el 2, al no estar claro”
Un modelo estandarizado de Diploma sectorial
Asimismo, el director del Instituto e-Learning del Seguro, Jorge Campos, también manifestó su opinión acerca de que sería de gran utilidad “que se definiera sectorialmente un modelo general de diploma con información mínima básica que debieran incluir todos los diplomas o certificados oficiales de formación que se emiten”, ya que, según señaló, “no todos los diplomas oficiales que se están emitiendo recogen información básica elemental como por ejemplo, el nivel de distribuidor conseguido con el curso, las horas del curso en cuestión que se certifican o el detalle del contenido o índice que se ha cursado y que se certifica en el diploma, siendo estos dos últimos aspectos totalmente básicos cuando hay programas reducidos o se han aplicado convalidaciones de parte del temario”.
Análisis de la “efectividad de la formación”
Por último, Jorge Campos destacó la importancia de los mensajes que se han venido reiterando desde la Dirección General de Seguros sobre su interés y preocupación porque los programas de formación continua de verdad garanticen “su efectividad” en el día a día de la actividad de los distribuidores.
Ante esto, el director del IES reforzó el mensaje de la Dirección General de Seguros sobre algo que manifestó “es esencial” y recalcó la importancia de llevar a cabo procedimientos de análisis posteriores a la formación que sean capaces de determinar el grado de efectividad de la formación analizando su impacto positivo al menos en tres puntos clave: en la motivación del propio empleado o agente, en el aumento de su rendimiento y resultados en su trabajo diario y en el aumento del beneficio global de la compañía.