Hasta septiembre apenas se realiza el 35% de la formación continua de todo el año
Según el análisis sobre “la estacionalidad de la formación continua” realizado por el Instituto e-Learning del Seguro sobre la base de un total de casi 150.000 horas impartidas en 2024 y que presentó su director, Jorge Campos, el pasado 22 de mayo en el FFORMA, se desprende que hay un patrón estacional altamente concentrado sobre la realización de la formación continua, con implicaciones relevantes para entidades aseguradoras, corredurías y plataformas de formación.
Concentración de la formación en el último trimestre del año
Uno de los datos más reveladores es que el 55% de la formación continua anual se concentra en el cuarto trimestre del año, en contraposición con el primer trimestre, que apenas representa el 8% del total anual. Esta distribución desigual evidencia una clara tendencia hacia la postergación de la formación obligatoria, probablemente motivada por la necesidad de cumplir con los requisitos reglamentarios antes de finalizar el año.
Diciembre: El mes con mayor actividad formativa
La estacionalidad se acentúa aún más a nivel mensual: diciembre concentra un 29% de toda la formación continua anual, lo que lo convierte, con diferencia, en el mes de mayor actividad formativa. En palabras del director del IES, Jorge Campos, “esta apuesta por dejarlo para el último momento implica un elevado riesgo de que aparezca algún imprevisto que impida realizarla en su totalidad, algo que en algunos casos ocurre y que vemos todos los años”.
En el extremo opuesto, enero apenas alcanza un 3%, consolidándose como el mes con menor participación en formación.
Una tendencia homogénea entre Aseguradoras y Corredurías
Cabe destacar que esta estacionalidad no muestra variaciones significativas entre entidades aseguradoras y corredurías, lo que sugiere que el comportamiento responde más a una cultura sectorial que a diferencias en los modelos organizativos o recursos disponibles. Este aspecto invita a una reflexión conjunta entre todos los actores del canal de distribución.
Es necesaria una reflexión para fomentar mayor cultura formativa
Este desequilibrio refuerza la hipótesis de que la formación continua no está aun suficientemente integrada como un proceso regular, periódico y estratégico, sino que, en muchos casos, todavía se aborda como una obligación administrativa de última hora. Por ello, la elevada concentración de la formación continua en el último tramo del año plantea desafíos en términos de calidad, planificación y aprovechamiento real del aprendizaje.
Así, en palabras del director del IES, Jorge Campos: “para avanzar hacia una cultura de formación más estratégica y efectiva, sería necesario fomentar una mayor cultura formativa con reparto proporcional a lo largo del año, acompañada de herramientas de seguimiento y políticas de incentivación por parte de las compañías, corredurías y entidades formadoras”.